La fotógrafa mexicana Graciela Iturbide ha sido distinguida con el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2025, reconociéndose su obra como un “mundo hipnótico” que transita entre la crudeza de la realidad social y la magia espontánea del instante.
A sus 83 años, Iturbide suma más de cinco décadas de trayectoria marcadas por una mirada profundamente antropológica y simbólica, con especial atención a las comunidades indígenas, las aves y las plantas.
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Graciela Iturbide comenzó su carrera en el cine
Originaria de Ciudad de México, Iturbide se ha consolidado como una de las grandes figuras de la fotografía contemporánea en blanco y negro.
Su serie sobre las mujeres zapotecas de Juchitán, Oaxaca, es considerada su obra más emblemática, donde destaca la icónica imagen Nuestra Señora de las Iguanas (1979).
Su estilo combina el documental con lo poético, rechazando etiquetas como “realismo mágico” o “surrealismo”, a las que considera reduccionistas.
El jurado, presidido por Miguel Zugaza, destacó su capacidad de capturar la dimensión mitológica de lo cotidiano, señalando su “gran profundidad artística” y “mundo propio”. La decisión fue unánime entre 49 candidaturas de 19 países.
Iturbide comenzó su carrera en el cine, pero fue bajo la tutela de Manuel Álvarez Bravo que encontró en la fotografía su lenguaje. Su obra ha recorrido el mundo, con exposiciones en el Centre Pompidou, el Getty Museum y PHotoEspaña, entre otros.
Además de múltiples premios internacionales, ha publicado libros esenciales como Juchitán de las mujeres y Ojos para volar.
Para Iturbide, fotografiar es “un ritual”. Observar y captar lo simbólico ha sido su guía.
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