Debido a las amenazas rusas de cortar el suministro de gas a Europa por el apoyo que varios países le han dado a la Ucrania, se volvió una necesidad para la Unión Europea transitar al uso de energías verdes para poder mantener su soberanía energética.

La buena noticia

Aunque la decisión de extender el uso de energías limpias se deriva de presión externa, y no necesariamente de una preferencia por fuentes de energía renovable, la decisión resulta significativa y tendrá implicaciones a largo plazo. Si bien hoy se ha reducido el uso del gas ruso como parte de una estrategia del presidente Vladimir Putin, en un futuro será porque Europa ya no lo necesitará.

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