Las industrias mexicanas pueden estar en este momento en una época crucial para darse un baño de ganancias, mientras Estados Unidos se acerca cada vez más a esa nación latinoamericana y se aleja de China.
La cercanía puede jugar a favor de México y el buen respaldo de la primera economía del mundo le daría la reputación necesaria para llamar la atención de otras compañías a nivel mundial.
Una nueva era de oro parece estar cerca de México, mientras los dos titanes económicos, China y EE. UU., se pelean en medio de aranceles, luchas comerciales y acusaciones por el comportamiento mutuo en los mercados globales.
En su disputa más reciente, Estados Unidos elevó los aranceles a varios productos que importa desde China, en un esfuerzo de “proteger la industria estadounidense” y dar un mensaje directo al país asiático.
Para Washington, Beijing se ha encargado de llenar el mercado global de productos extremadamente baratos y ha colmado a las empresas chinas de subsidios para su desarrollo, algo considerado como “competencia desleal» por la Casa Blanca.
Bajo este contexto, México está en medio de la gran pelea, pero no como un agente perjudicado, sino como quien aprovecha la situación a su favor.
«Hay aspectos políticos, hay aspectos económicos que motivaron hace más de una década la migración de una mucha capacidad productiva de los Estados Unidos hacia Asia y finalmente por cuestiones de relación internacional mucha esa capacidad está regresando a América y México, al estar geográficamente en una situación privilegiada” se ve beneficiado en ese proceso, dijo a AFP Juan José Ochoa Rentería, CEO de Aztec Technologies, una empresa mexicana que espera verse beneficiada del contexto actual.
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