El pasado 8 de mayo, el pleno de la Suprema Corte decidió declarar la invalidez de la primera parte del “plan b” de la reforma electoral con 9 votos a favor y 2 en contra, debido a que su aprobación se dio con violaciones “claras y graves” en el proceso legislativo. Entre los votos a favor se encuentra el ministro Arturo Zaldívar, quien normalmente vota a favor de los proyectos del presidente.
Según explica el proyecto aprobado, “la iniciativa no se conoció a tiempo, ni se publicó con la anticipación debida para su discusión en la [Cámara de Diputados] (…) desconociéndose con ello el principio de deliberación informada y democrática, así como los derechos que asisten a la representación popular”.
La buena noticia
Al no tratarse de una reforma constitucional, lo único que la mayoría parlamentaria de MORENA necesita es seguir el proceso que ellos mismos han aprobado y ratificado para pasar las leyes que quieran aprobar. Al violar este proceso, vulneran el principio de deliberación por el que existe el Poder Legislativo. Es por ello que la intervención de la Suprema Corte es correcta. No es la primera vez que la Corte interviene ante violaciones al proceso legislativo en este sexenio, ni en sexenios anteriores, por lo que la decisión de la Corte es consistente.