El 30 de julio de 2023, Australia se convirtió en el primer país en autorizar el uso de éxtasis y hongos alucinógenos para tratar algunos trastornos mentales, entre ellos estrés postraumático y algunos tipos de depresión. La Administración de Productos Terapéuticos del país informó que los ensayos indicaban que su uso era relativamente seguro cuando se usaban en un ambiente controlado médicamente.