¡Buena noticia en el mundo de la ciencia! Tim Friede es un hombre que se dejó morder por serpientes más de 200 veces y se inyectó veneno durante 18 años en busca de un antídoto universal contra el veneno de serpiente.
En un experimento personal que ha sorprendido a la comunidad científica, el ciudadano estadounidense desarrolló una inmunidad sin precedentes al veneno de algunas de las serpientes más letales del mundo.
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Al dejarse morder por diferentes tipos de serpientes, el hombre desarrolló una inmunidad sin precedentes
Su sangre, analizada por investigadores de la empresa biotecnológica Centivax, contiene anticuerpos capaces de neutralizar múltiples tipos de toxinas.
Actualmente, los antídotos deben estar específicamente diseñados para el tipo de serpiente que provocó la mordedura, lo que complica el tratamiento en zonas rurales.
Friede, al autoimponerse cientos de exposiciones al veneno, logró que su sistema inmunológico generara anticuerpos ampliamente neutralizantes, una herramienta prometedora hacia un antídoto universal contra el veneno de serpiente.
En pruebas con ratones, estos anticuerpos permitieron sobrevivir a dosis letales de 13 de 19 especies de serpientes venenosas, incluidas cobras, mambas, taipanes y búngaros.
Aunque aún se requiere más investigación, los científicos consideran este avance como un paso crucial.
«Estoy haciendo algo bueno para la humanidad», expresó Friede, quien inicialmente solo buscaba protegerse al manipular serpientes.
Su caso ha reavivado la esperanza de una solución más global para un problema que mata a unas 140 mil personas al año.
Investigadores ahora buscan perfeccionar el tratamiento e incluir más componentes que cubran la mayor variedad de toxinas, con la meta de salvar vidas sin importar qué serpiente haya atacado.
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