La lucha por el control del Cártel de Sinaloa se intensifica con nuevas alianzas y enfrentamientos internos.
El Cártel de Sinaloa enfrenta una fractura interna que ha reconfigurado la disputa por el poder. Los Mochomitos, grupo ligado a Alfredo Beltrán Guzmán, se han aliado con Los Chapitos, hijos de Joaquín «El Chapo» Guzmán, para desafiar a la facción liderada por Ismael «El Mayo» Zambada.
Este conflicto ha generado una escalada de violencia en diversas regiones de México, marcando un cambio en la estructura del crimen organizado. La batalla por el liderazgo del cártel refleja una pugna generacional y estratégica, donde los nuevos líderes buscan imponerse a las viejas estructuras de poder.
A medida que el enfrentamiento se intensifica, las consecuencias afectan tanto la seguridad pública como el tráfico de drogas en el continente.
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