Tras el polémico beso en la boca de Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Futbol (RFEF), a la futbolista Jenni Hermoso en la final del Mundial en Sídney, el presidente ha dejado claro que no piensa renunciar a su puesto e incluso ha señalado las críticas como una “cacería de brujas”. La FIFA ha decidido tomar cartas en el asunto y ha decidido suspender por 90 días al presidente mientras investigan el caso, además, Rubiales y la RFEF tienen prohibido hacer contacto con Jenni y su entorno.

La Fiscalía de España, también ha abierto diligencias de investigación tras las diversas denuncias presentadas en contra de Rubiales, pues consideran que el beso no consentido podría ser constitutivos de un delito de agresión sexual.

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