Gladis es una orca que en el pasado fue víctima de pescadores ilegales que intentaban cazarla y a pesar de que los pescadores no lograron cazarla, Gladis quedó traumatizada y en mayo de 2020 tuvo numerosos encuentros violentos con embarcaciones en el estrecho de Gibraltar.
Ahora, Gladis es la orca más vieja de su camada y está enseñando a las orcas más jóvenes a cazar, comunicarse y defenderse. Lori Marino, neurocientífica que ha estudiado a Gladis, explica que Gladis y su familia se acercan a las embarcaciones furtivamente, empiezan a investigar el timón, lo golpean y, en la medida en que los marineros intentan controlarlo, las orcas golpean más fuerte hasta llegar a romperlo.