A pesar de los incrementos en las tasas de interés, debido a la inflación, el Índice de Morosidad (IMOR) de la cartera de crédito al consumo de la banca mexicana disminuyó en casi todos los segmentos. La tasa general disminuyó de 3.3% en 2021 a 2.9% en 2022, siendo los créditos de nómina el único rubro del IMOR que mostró un incremento en morosidad.
Según explican las instituciones bancarias, la disminución general se debió a una mejora en la gestión de riesgos y a una mayor prudencia y mejor comportamiento por parte de los usuarios.
La buena noticia
La disminución en la tasa de morosidad es un indicador relativamente bueno para el manejo de gestión de riesgos de los bancos. Si bien es muy probable que la tasa también haya disminuido porque los bancos dejaron de otorgar créditos a personas identificadas como morosas, disminuyendo la inclusión financiera, esto disminuye el riesgo de observar un colapso del sistema bancario como se dio en 2008.