Entre 2012 y 2021 la tasa de divorcios ha aumentado de 13 por cada 10 mil habitantes a 16.9 por cada 10 mil habitantes. Las causas van desde concientización para no permitir la violencia, inequidad en la relación, falta de comunicación, expectativas irreales y, principalmente, la reducción del estigma social entorno al divorcio.

 

La buena noticia

Antes, el matrimonio era visto como algo de por vida, por lo que las parejas se veían obligadas a aguantar violencia e inequidad a fin de preservar la relación a todo lugar. El cambio de perspectiva es fundamental, ya que el dejar de observar al matrimonio como un fin en sí mismo permite que las relaciones poco saludables y aquellas en las que simplemente ya no hay compatibilidad puedan concluir de forma oportuna, evitando la mayor cantidad de daño posible.

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